Es temporada alta en el mundo de los trabajos forestales. Seas profesional o no, las temperaturas más amables, el fin del veto a los permisos de quemas o para trabajar en el monte o la necesidad de leña pueden estar entre tus prioridades más inmediatas. Del mismo modo, si tienes un jardín con zonas de sombra y árboles o si cuentas con plantaciones de frutales también puede ser la etapa indicada para que sanees, podes o directamente, hagas cambios drásticos que impliquen cortar.
A estas alturas tal vez estés a punto de echar mano de tu motosierra o hayas comprobado ya que está en buenas condiciones de uso. Si no es tu caso y parece que las vacaciones le han sentado mal a tu máquina, aquí tienes unas recomendaciones de mantenimiento elementales antes de ponerte en marcha.
Foto web Husqvarna
Mira en el manual de la máquina. Aunque parece más propio de los profesionales del sector forestal, también los particulares nos podemos beneficiar de guardar el manual de nuestra sierra doméstica. Anova, Echo o Husqvarna, marcas como las que tenemos a tu disposición en Soutelana Ferretería, son muy cuidadosas con sus productos y ofrecen recomendaciones básicas y adaptadas a las condiciones de cada modelo.
Lo más común es preocuparse por la cadena. No hay buena motosierra sin su buena cadena y es elemental que esta corte, así que, vamos a comprobar que cada dientecillo esté afilado. Mientras los vas afilando con la lima, puedes ir comprobando cómo está engrasado cada elemento.
Si hay eslabones que están rígidos es posible que necesites ir aplicando aceite, aunque lo mejor es dejar esta tarea para el final, puesto que será más difícil limar los dientes si estos están aceitosos y escurridizos. Si hay piezas desgastadas debes valorar entre renovarlas -si tu máquina lo permite- o cambiar la cadena.
El recambio adecuado a mano puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza si una rotura te pilla en plena faena. Hagas lo que hagas, usa guantes de protección para manipular esta parte de la máquina sin riesgo, en especial con las piezas nuevas, que tendrán el filo más cortante.
Foto pixabay
Una vez limada o sustituida, puedes comprobar la tensión. Esto es recomendable hacerlo antes de cada nuevo trabajo. Si la cadena está floja cortará mal, se soltará o creará más vibraciones y eso acaba siendo incómodo para el usuario. Si, por el contrario, está demasiado tensa, corres el riesgo de que se rompa mientras estás trabajando.
Si has empezado a aplicar aceite, no pongas aún el tapón al dispensador. La mayoría de las máquinas llevan un pequeño depósito de lubricante para la cadena y debes comprobar el nivel. Una vez que lo has rellenado, certifica también que el orificio de salida del aceite no está obturado, atascado, o que no libera demasiado líquido.
Con respecto al resto del motor, en el caso de que tu máquina lo necesite, puedes comprobar el estado de las bujías y reemplazarlas, en caso de que estas estén demasiado desgastadas.
Por último, sea eléctrica o de combustible, tu máquina necesita energía, así que echa un vistazo al depósito, batería o sistema de alimentación para comprobar que no habrá ningún problema a la hora de usarlo.
Foto equipo Soutelana Ferretería
Finalmente, nos hacemos eco de algunos de los consejos que Husqvarna da a los profesionales para el mantenimiento de sus máquinas y que no están demás si eres un usuario particular:
Mantén limpia la máquina por fuera. Lo mejor es hacerlo retirando los restos de serrín al acabar los trabajos y antes de iniciar la siguiente tarea. Eso evitará que el aparato se deteriore o que te pase desapercibido alguno de los daños que haya podido sufrir, como roturas en la carcasa.
Por último, verifica que no haya fugas de combustible del motor y asegúrate de que los elementos de frenado y arranque funcionan correctamente antes de cada uso.
Hasta aquí nuestro repaso a lo que tu máquina motosierra necesita después de un periodo sin emplearla. Si has detectado problemas en el sistema de alimentación, arranque o motor será preciso que consultes con un experto o decidas si ha llegado el momento de ‘jubilar’ tu sierra mecánica. Si tu caso es el contrario, ya estás listo para la faena. ¡Ánimo!