Para podar, debemos seguir unas reglas que son muy fáciles de respetar. Cuando hayamos comprendido muy bien estos principios básicos, podrás lanzarte a tu jardín sin miedo.
Intenta conservar la forma natural del árbol(o del vegetal que estemos podando) durante el mayor tiempo posible.
Lo primero, es empezar quitando las ramas muertas y las ramas que compiten o se cruzan con otras con la misma dirección.
Escogemos un brote situado hacia el exterior de las ramas del árbol. Debemos hacer el corte entre 0,5 cm y 0,7 cm por encima del brote. La nueva rama lo que hará, será darle un mayor cuerpo a la silueta del árbol o arbusto. El corte ha de hacerse en diagonal donde la parte más alta del corte quede en la dirección del brote.
Los cortes que realicé, han de ser limpios evitando los desgarres. Para cortar una rama gorda, un consejo, si haces primero un pequeño corte, aunque solo sea de un par de milímetros, será mucho más fácil serrar, recuerda que se ha de serrar en oblicuo, si la rama es demasiado gorda, puedes emplear una motosierra de poda. Casi todos los fabricantes disponen de una, nosotros te recomendamos la motosierra de poda de husqvarna (que podrás ver aquí), muy ligera y de fácil manejo
Una vez hayamos echo los cortes, lo ideal, es proteger las heridas con un producto que ayude a la cicatrización. Normalmente, si compramos árboles ya formados simplemente realizaremos tareas de manutención. Si el arbol fuese joven, suprima entonces su brote terminal para favorecer la cicatrización.
En el próximo artículo, hablaremos sobre los distintos tipos de herramientas que podemos emplear para podar