Primavera, verano otoño e invierno: colmenas a punto todo el año.

Un calendario para hacer repaso a los trabajos de la apicultura que vas a tener que realizar en los próximos meses.

Empieza marzo y con él la primavera. Aún hay que esperar algunos días, pero el cambio de estación es uno de los más ajetreados del año, en el que no faltarán tareas en el cuidado de la casa, el jardín o el campo. Pero, si además eres apicultor, sabes que tendrás que hacer tiempo para varias tareas importantes en estos días. Es más, como el invierno ha sido muy cálido, es probable que ya te hayas tenido que adelantar en muchas de ellas. Como ya te hemos contado en otras ocasiones, en Soutelana Ferretería somos fans del mundo apícola, e incluso realizamos cursillos para iniciar a los interesados o para mejorar técnicas. En este caso no es un cursillo, pero sí una pequeña lista de tareas que se deben realizar, preferentemente en cada estación. Como no, empezamos por la reina de todas ellas: la primavera.

Calendario apicultura

Calendario apicultura. Foto: Pixabay

Primavera. El paso de la estación fría a la cálida es el momento en el que las abejas dejan de hibernar y vuelven a salir. Debes tener a mano los cuadros, las alzas y el material preciso para ir incorporándolo a la colmena a medida que veas que van rellenando el espacio.

Si el tiempo de frío se prolonga también debes tenerlo en cuenta, pues la colmena replegada necesita que la alimentes, y es frecuente que la comida que has aportado para todo el invierno se acabe, por lo que se hace necesario poner un suplemento extra.

Las altas temperaturas y el inicio de la floración acompañan también la época reproductiva. Los conjuntos de fortalecen con el nacimiento de nuevas crías de obreras y zánganos, es el momento apropiado para crear nuevos enjambres en colmenas fuertes, o separar a reinas y grupos que se habían añadido para evitar los problemas del invierno.

Si has hecho los deberes durante la estación fría, tus cuadros, alzas y todo el material estará libre de hongos y potenciales infecciones. Es tiempo también de estar atentos a la salud de los enjambres, así que, si lo has dejado de lado, repasa el buen estado de tu material antes de volver a emplearlo.

Verano. La producción de miel puede estar en su máximo nivel en estos meses. Asegúrate de tener cerca de los enjambres especies de floración tardía y de proporcionar agua a las colmenas para paliar los posibles efectos de sequías. Tu tarea consistirá en seguir proporcionando alzas a las colmenas más productoras, o en planificar la extracción si ves que el ciclo ya está llegando a su fin. En el caso de climas templados en el que también en otoño se produce cierta floración, la producción se puede prolongar, siempre que no se trate, además, de una colmena débil.

Otoño. Es la época más apropiada para la recolección de la miel, siempre que los cálculos hayan salido bien. Habrá más frío, menos horas de luz, y se produce una mortandad natural en las abejas, disminuyendo la población en los enjambres. Tanto si decides esperar a la última floración de brezo y especies tardías, como si te adelantas y lo haces en verano, hay varios preceptos básicos que debes cumplir. Uno de ellos es dejar miel para que se alimenten durante el invierno. Aún con eso, es muy posible que necesites aportar alimento suplementario, pero como norma, se recomienda que unos 15 kilos queden a disposición de las productoras. Poco después de retirar la miel y los cuadros, incluso antes de la desoperculización, es recomendable preocuparse por las colmenas. Están las estructuras preparadas para el invierno? Soportarán las lluvias y el frío? ¿Y la salud del enjambre? En el caso de que sospechemos de que hay ácaros o hongos, debemos actuar. Si tenemos un enjambre débil será necesario tomar medidas para evitar que sucumba en invierno, ya que, con pocos ejemplares, las comunidades no consiguen mantener una temperatura mínima de calor y acaban desapareciendo. En ese caso es mejor unirlas a otras colmenas fuertes para evitar riesgos.

Calendario apicultura

Calendario apicultura. Foto: Pixabay

Invierno. Si no ha habido tiempo antes, es el momento de completar la extracción de la miel de los cuadros, su decantación y envasado. Una vez etiquetada adecuadamente, estará lista para el consumo o la venta. En invierno no faltan eventos en los que vender la miel, por no hablar de la cantidad de repostería en la que se puede aprovechar como ingrediente fundamental.

Lo decíamos al explicar las necesidades de la colmena en primavera: el invierno es tiempo de hacer los deberes. Primero, para garantizar el bienestar de los enjambres. Si están en una zona de mucho frío puede ser conveniente colocar alzas y separar los panales del suelo. También pueden ser necesarias estructuras que los resguarden (no envolventes) si el viento es una amenaza. En cuanto al material que se usará de nuevo en primavera, debe almacenarse en condiciones que garanticen que no acumulará hongos ni humedad y, si es preciso, se le aplicará algún protector natural de los autorizados para el tratamiento de estos problemas. Por último, no hay que olvidarse de la alimentación. Algunos núcleos consumen din dificultad toda la miel que se les deja y es preciso aportar algún suplemento.

Hasta aquí nuestro pequeño repaso -en líneas generales- a las tareas que exige la apicultura en cada época del año. ¿Y tú, estás al día con los trabajos en tu colmena? Cuéntanos cuál es el que más te gusta de todos.

 

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