Todo lo que debes saber sobre la poda de invierno y sus herramientas

La poda es otra de las actividades protagonistas de la oferta de Soutelana Ferretería en otoño e invierno. No es casualidad: la caída de la hoja es como la señal de salida para este periodo en el que se pueden sanear plantas y árboles tanto de la agricultura convencional como de la jardinería.

Aunque lo más normal es que todo buen podador haya leído un par de manuales para evitar escabechinas innecesarias en sus plantas, no está de más recordar cuál es el motivo de que esta sea la temporada adecuada para ‘meter la tijera’ a la mayor parte de las especies vegetales. En invierno la actividad de la planta, en especial si esta es caducifolia, se reduce. Se inicia una especie de periodo de descanso después de la floración y de haber producido los frutos y durante ese descanso, con el ejemplar limpio (sin hojas) es cuando se hace menos daño con los ‘recortes’.

Podadora telescópica ANOVA

Podadora telescópica ANOVA. Foto: Web Altuna

Los motivos para podar pueden ser variados. En el caso de la jardinería, muchos setos y árboles se podan por pura estética. Su crecimiento descontrolado hace que pierdan la forma y es necesario ir eliminando ramas que se entrecruzan o desdoblan. Los setos demasiado altos o los árboles que ramifican sin control suelen deslucir el resto del conjunto del jardín, e incluso perjudicar a otras plantas, creando demasiada sombra y favoreciendo que se acumule humedad en exceso.

En el caso de algunos ejemplares de tipo arbusto de los más apreciados, su estado natural carece apenas de belleza y es una buena poda cuidadosa con el conjunto lo que ayuda a que la planta luzca.

En cuanto a los árboles, sean ornamentales o frutales, puede que los recortes se deban a la necesidad de controlar el crecimiento para evitar ejemplares demasiado altos. Los troncos delgados y las copas altas y con muchas ramas son más difíciles de conservar durante el invierno, puesto que ceden con más facilidad ante tormentas y vientos fuertes. La necesidad de que los troncos se hagan más fuertes y engrosen está detrás de las podas en los primeros años de casi todos los ejemplares.

Con respecto a las ramas, también eliminar las que tienen un peso innecesario o parecen débiles para evitar que cuando vuelva la floración se produzca una sobrecarga y una rotura que sí que dañaría enormemente el ejemplar.

Podar también es una forma de cuidar la salud de las plantas. En muchos casos es necesario eliminar ramas en las que hay hongos o que están próximas a ejemplares enfermos para evitar contagios.

Por último, si eres viticultor, la poda es un momento muy señalado de tu calendario. Mucho del éxito de tu cosecha del año siguiente dependerá de lo hábil que hayas sido podando este invierno. La poda de la vid se realiza para evitar un excesivo crecimiento de la planta, que, si tiene muchas ramas, producirá más racimos, más pequeños y de peor calidad.

La única poda que es mejor realizar cuando se acaba el invierno y no al principio es la de los árboles frutales. Estos árboles necesitan que los poden anualmente, desde jóvenes. Al principio, para ir modelando su crecimiento y, una vez que empiezan a dar frutos, para ir quitando la madera improductiva, incrementar la luz que llega al resto de sus ramas y mantener los ejemplares en un tamaño adecuado.

En todos los casos, la poda tiene una filosofía única: eliminar lo que va a sobrar para así fortalecer el resto. Cada podador debe concentrarse en la forma del árbol o planta que está cortando y aprender a distinguir las ramas más importantes de aquellas que crecerán sin control y robarán energía al conjunto. No siempre esta operación es la más necesaria: se puede podar para airear una copa, o cortar por la parte de arriba para evitar que el ejemplar siga creciendo a lo alto. En cuanto al momento de cortar, un único consejo: no conviene emocionarse y ‘sacar’ demasiado, pues el resultado puede ser contraproducente y dañar a la planta.

Por último, un repaso a todo lo que puedes echar de menos a la hora de salir a podar.

Primero, las tijeras. No se trata solo de tener a mano una buena tijera de podar, sino de que esta esté en condiciones. El óxido no favorece cortes limpios y daña a las plantas, así que, antes de emplearlas realiza una pequeña puesta a punto, bien afilando, bien lijando la superficie. También puedes comprobar que la tijera no está rígida y no se atasca y ponerle aceite si es necesario.

Si vas a trabajar árboles, tal vez necesites tijeras telescópicas, que te harán ganar más de un metro de altura y se manejan con la misma facilidad que las otras. De nuevo, es recomendable que compruebes que no hay óxido.

En las grandes alturas no siempre hay pequeños brotes, sino que a veces las ramas ya han alcanzado un grosor no deseado. Antes, la única medida que había para actuar en estos casos era la motosierra de poda. Ahora, además de la motosierra de poda, que es más eficaz cuánto más gruesa es la rama, existen cortadoras eléctricas. Las hay de mano, y también telescópicas. Te sorprenderá el esfuerzo que te ahorrarás con una de estas. Si vas a optar por opciones manuales, no te olvides de los serruchos y los serruchos con pértiga, aunque señalamos que son adecuados para una parte reducida de todo el trabajo de poda que se puede realizar.

Tijera de poda Altuna con sistema Rotary.

Tijera de poda Altuna con sistema Rotary. Foto: web Altuna.

En cuanto a las motosierras, en otros posts hemos hablado de las prestaciones de diferentes modelos. Las de poda pesan menos y tienen un sable de menos longitud, porque con una herramienta de cortar más pequeña se puede trabajar con gran precisión. Una motosierra de grandes prestaciones o de sable largo puede hacer que dañes involuntariamente ramas o brotes que no quieres tocar.

Si eres de los que tienen un jardín muy cuidado, lo que necesitas es un cortasetos con el que mantener a raya la frondosidad de las arbustivas. El mercado también te ofrece soluciones manuales o eléctricas, así como herramientas que facilitan la tarea de dar forma a los arbustos.

Por último, la protección. Tú necesitarás guantes, ropa cómoda, calzado que no resbale y, en muchos de los casos, una pantalla o gafas protectoras para la cara (en especial si lo tuyo es cortar setos con herramientas mecánicas). Si vas a podar en altura asegúrate de llevarte una escalera en buenas condiciones y un arnés o medidas de sujeción que te eviten daños serios en caso de accidente.

¡Ah! Y recuerda que tus plantas también necesitan protección: limpia las zonas de los cortes y estáte atento a la cricatrización, que se puede favorecer si sellas el corte con algún tipo de resina o material específico.

 

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