Con la llegada de la primavera estamos deseando disfrutar de los primeros rayos de sol en nuestras terrazas, balcones o jardines. Pero, en cuanto pasamos más de un cuarto de hora fuera del hogar, reparamos en los efectos del invierno sobre todas las zonas visibles del jardín: el moho y la suciedad se han acumulado en las losetas, en las fachadas, los tejados y en todos los elementos calizos, superficies pintadas o de piedra. Es el momento de invertir un poco de tiempo y esfuerzo en limpiarlo todo para poder disfrutar del buen tiempo en un entorno limpio y saneado. En especial, si queremos prevenir los problemas que ocasionarán la acumulación de suciedad y los restos de humedad de un año para otro en estas superficies.
Si tratamos de conseguir un resultado óptimo empleando poco tiempo y un esfuerzo moderado, las hidrolimpiadoras son la respuesta a nuestras necesidades. Si además aspiramos a tener ciertas garantías con el resultado, Kärcher es la palabra que condensa la solución a todos estos problemas.
Pero, aunque es fácil obtener las mejores prestaciones de estas limpiadoras a presión, con el paso del tiempo nos hemos ido dando cuenta de que la gran variedad de oferta de la casa se debe, sobre todo, al abanico de necesidades que, día a día, presentan los clientes. Así, solo dentro del campo de las hidrolimpiadoras a presión recomendadas para el uso exterior, hay varios modelos pensados para cada tipo de necesidad y ocasión. En Kärcher lo tienen claro: a mayor caudal y mayor presión, más poder de limpieza, pero ojo, también más complicaciones con la fuerza.
Así, en un cuadro resumen, han expuesto el modelo recomendado para cada caso de limpieza, porque, como dice el viejo eslogan: la potencia sin control no sirve de nada.
En la gama de las hidrolimpiadoras amarillas por excelencia, el número que acompaña a la letra K sirve para orientar sobre la capacidad del aparato. Así, las K-2 son máquinas que tienen hasta 360 litros de caudal por hora y unos 110 bares de presión. Las K-7 son las reinas de esta pirámide, con el doble de capacidad de chorreo, 600 litros por hora, y unos 160 bares de presión.
En cuanto al consumo, las más bajas son máquinas que funcionan con 1.400 watios, mientras que las más altas requieren hasta 3.000.
Si no os queda claro, no os preocupéis, en esta entrada incluimos el cuadro que ha realizado la empresa para que cada cliente encuentre su aparato ideal. Señala los datos técnicos, como el consumo o la presión, y también los usos recomendados. Además, hace un cálculo de cuánto se puede limpiar en una hora con cada aparato. Una K-7 puede dejar como los chorros del oro 60 metros cuadros en 60 minutos. ¿No os parece una cifra impresionante?
Otro consejo: si te inclinas por una limpiadora de chorro potente, ten mucho ojo al utilizarla. Hay superficies que se erosionan con facilidad y, al final, acusan el desgaste. Lo mismo pasa con las juuntas de losetas y azulejos. También hay objetos, como bicicletas o verjas de jardinería, que se pueden caer desde el primer momento.
Por último, si ya tenéis claras vuestras necesidades y la capacidad necesaria, os recomendamos que miréis bien cada modelo. Hay algunos que tiene una amplia variedad de complementos, adecuados para cada tipo de limpieza, pero puede que no sean lo que buscáis. Otros, como este destacan por ser compactos y muy fáciles de transportar. Eso es algo a tener en cuenta en determinado tipo de trabajos exteriores. Por último, muchos de los K-7 incluyen una completa equipación que permite incluso usarlos en tareas de limpieza interior.