Nuestro protagonista de hoy es la biotrituradora un aparato que puede ser de gran ayuda en las tareas de mantenimiento exterior, aunque, a diferencia de los tractores, los riders o los cortacéspedes robot, tiene el plus añadido de que también sirven para el trabajo forestal.
La biotrituradora parece de nueva generación, pero que está pensado para hacer de la mejor manera posible lo que ya se venía haciendo en el pasado: devolver a la naturaleza lo que le pertenece.
Sí, la principal ventaja de una biotrituradora es que permite reducir a serrín cualquier tipo de rama o arbusto que haya sido retirado o podado en el jardín. Con esto te evitarás tener que destinar una zona de tu espacio exterior a almacenar los elementos que cortas o retiras y la vegetación que sobra después de las limpiezas, pero además, harás de un modo sencillo y paulatino la tarea más importante de mantenimiento del espacio verde: pues el material se puede esparcir por la superficie o compostar para tener un abono natural con el que enriquecer el sustrato.
Biotrituradora. Foto Web Ceccato Olindo
Aquí te dejamos tres ideas fundamentales sobre la biotrituradora:
Primero: Son muy sencillas, podrás usarlas desde el minuto cero. Las biotituradoras son parecidas a los molinos eléctricos. Están compuestas por un motor que hace girar unas cuchillas afiladas y dependiendo de la rotación y las revoluciones tendrán mayor o menor potencia. El sistema de uso es de lo más simple: Se enciende, se activa y se va introduciendo la rama o el elemento vegetal para que por el otro extremo (normalmente inferior) salga el material triturado.
Segundo: Son ecológicas. Y no lo decimos solo porque permiten mantener la tierra con abonos y compost natural, sino porque evitan que tengas que tirar en el sistema de recogida de basura un material orgánico que de otro modo debe ser transportado y desechado en una planta de residuos convencional. Y también son ecológicas porque las puedes usar en el monte. Si el modelo es avanzado, podrás emplearlo también en las limpiezas de monte, de restos de talas o de madera. El uso de estas trituradoras puede ayudar a reducir enormemente el riesgo de incendios en la época en que hay limitaciones expresas para las talas, ya que el material triturado puede ocupar mucho menos espacio y retirarse con facilidad de la zona de riesgo.
Tercero: Son versátiles. Si investigas un poco te vas a encontrar con que el mercado de estos productos tiene todo tipo de destinatarios, desde pequeños consumidores familiares, hasta los sectores más profesionales. De este modo, para el pequeño consumidor hay modelos muy sencillos y compactos como el BGS 240 de Garland o el Kingarden Bioidea, que cuentan con ruedas y se pueden desplazar con la misma facilidad por un entorno doméstico, pues su peso está sobre los 20 kilos. Mientras, para el público más profesional hay modelos como el de Ceccatto Olindo con toma de fuerza para usar asociado a un tractor o el de Kingarden GBD65, con depósito de gasolina que permite trabajar en cualquier entorno y olvidarse de las tomas eléctricas.
Biotrituradora Kingarden.
Si quieres un consejo, estos aparatos nos parecen muy útiles tanto para jardín como para el trabajo forestal. Lo que debes tener en cuenta es la capacidad que deseas a la hora de elegir el tuyo, porque la diferencia de revoluciones marca también la capacidad de la máquina. Normalmente, los más pequeños admiten ramas de hasta 40 milímetros y los más grandes de hasta 60 milímetros.
Por último, tenemos que mencionar a los cultivadores ecológicos, pues forman parte del público específico de este tipo de trituradoras. En el mundo del cultivo orgánico tiene especial importancia enriquecer la tierra y no forzar el uso de abonos químicos, por lo que la biotrituradora, con su enorme capacidad para reducir ramaje y material vegetal, son una herramienta especialmente sensible. Así, bien empleadas, las biotrituradoras pueden permitir acelerar el proceso de preparación de un suelo que se va a cultivar, o la recuperación de uno que ya ha sido utilizado. Incluso se pueden usar como ayuda para preparar fungicidas y tratamientos ecológicos, cuando estos se realizan con ramas de ciertas plantas. Por último, la encontramos útil para eliminar el excedente de cualquier cosecha, que no se puede aprovechar, en el mismo lugar del cultivo para poder así ahorrar el transporte y retirada del mismo.
Si te parece interesante valora este post o compártelo.
¡Gracias!