Todo periodo vacacional se compone de una parte de descanso y otra de reparación. Pero no de reparación de tu cuerpo, sino de reparación de los daños y desperfectos que has ido acumulando en tu casa durante todo el año y que has ido dejando para luego. Ahora que tienes ante ti unos días de descanso, lo más probable es que no sepas por donde empezar. Nosotros hemos preparado unos consejos sobre cómo repintar o pintar con esmaltes por primera vez elementos metálicos de exterior… Sí, repintar la verja de casa, el portalón, la caseta de la piscina, la mesita del jardín, o, si te empeñas, el cierre cutre con somieres en la parcela de turno. Aquí tienes cuatro consejos para dar nueva vida a los forjados exteriores del hogar.
Cerramientos metálicos
Primero, que haga calor. Si te proponemos esta tarea en los meses de verano es porque resulta fundamental que un día de lluvia no altere tus planes y resultados. El material que vas a usar, en especial si son disolventes de pinturas viejas, es poco compatible con los aguaceros.
Segundo: prepara la superficie. Si hablamos de una verja nueva, por ejemplo, puedes empezar los trabajos directamente. Como mínimo, puedes pasar lana de roca o lija por la superficie suavemente para evitar irregularidades y sacar el polvo (puedes hacerlo con un cepillo de púas o con un paño humedecido en aguarrás, si crees que hay restos de suciedad a eliminar).
Si el caso es el contrario y es una valla o un portal que tiene restos de pintura anterior, lo más seguro para obtener un buen resultado es que trates de retirarlo todo antes de aplicar el nuevo color.
Para ello, primero puedes lijar, aplicar tela de esmeril, un cepillo de púas o un cepillo mecánico, o incluso, un lijado mecánico suave. Para completar la acción debes aplicar un disolvente que te permita retirar los restos de pintura vieja. Por ejemplo, el quitapinturas Titán. Para aplicarlo, se frota la superficie directamente con el producto, se deja actuar entre tres minutos y media hora y posteriormente se retiran los restos de pintura y material. Puede hacerse con agua, aguarrás, o alcohol.
Tercero: asegúrate de que se fija el producto. Para eso debes dar una capa de imprimación. Se trata de un líquido que hará de base homogeneizadora y facilitará el agarre del material y color que hayas elegido. Si seguimos con Titán, puedes elegir entre una base multiusos, que sirve también para aplicaciones de interior, o de madera, o, si no, minio sintético. Si a tus exigencias de color y calidad unes las de ecología, en esta casa disponen de bases de imprimación ecológica. Elijas lo que elijas, necesitas aplicarlo con brocha sobre toda la superficie que vas a pintar. Deberás dejar que seque durante 24 horas. Si lo que vas a pintar está compuesto por hierro galvanizado, mucho ojo con la imprimación que apliques. Debe ser específica, como el multiusos, o el Exposi Titán Yates.
Cuarto: a pintar se ha dicho. Probablemente al comprar todo el material te habrán aconsejado sobre el tipo de esmaltes. En esta marca, así como en la mayor parte del mercado, tienes una gran variedad de colores y efectos. Lo más común es que elijas entre acabados brillantes o mate. Ten en cuenta el resultado que quieres conseguir, y, si es posible, realiza una prueba sobre una pequeña superficie para ver si es el efecto y color que deseas. Puede parecerte demasiada prudencia, pero lo cierto es que en lo que se refiere al exterior, las operaciones de pintado no se suelen renovar año a año. Es decir, que estarás mucho tiempo viendo ese portalón, esa verja o ese cobertizo del color que has elegido.
Los esmaltes se aplicarán con brocha gorda, pero de una medida apropiada para el tipo de lama o elemento. Si se trata de una verja con decoraciones o adornos, por ejemplo, es probable que necesites material pequeño. Si es un portalón, la brocha podrá ser más grande y el trabajo podrá hacerse en menos tiempo. Debes aplicar dos capas de pintura. Lo ideal es que dejes 24 horas para el secado entre una y otra.
¿Más consejos? Solo uno: protégete con ropa adecuada, pues las manchas de esta pintura son indelebles, y protege tu trabajo señalizando o avisando a quienes te rodean, para que no toquen inoportunamente lo que acabas de pintar.