A veces, la implantación de cultivos ecológicos puede parecernos difícil, engorrosa o complicada, en especial si tenemos en cuenta que una de sus premisas básicas es la de evitar el uso de plaguicidas e insecticidas contaminantes. Sin embargo, una vez que se conocen las normas más elementales, no solo resulta sencillo, sino que además obedece a una lógica aplastante que, con la práctica, cada vez es más fácil de cumplir.
Así, una de las premisas de la agricultura ecológica es la atención al cultivo para detectar tempranamente cualquier enfermedad o plaga y actuar antes de que se extienda y sea inevitable aplicar productos fitosanitarios o medidas extremas.
En ese punto es muy importante el invernadero, en especial, en zonas en donde las oscilaciones de temperatura son frecuentes. El invernadero, en la agricultura ecológica y en la convencional, supone, sobre todo, una gran pantalla física que actúa como barrera de defensa de la planta y que permite adelantar los plazos en los que se consigue el cultivo.
Para que la instalación de tu invernadero cumpla con las premisas de la agricultura orgánica debes tener en cuenta factores como la calidad del suelo y la ubicación. Ya sabes que la agricultura ecológica es prácticamente imposible sin un buen conocimiento de la composición del suelo para enriquecerlo y dar salida a productos más fuertes que no necesiten plagicidas.
También es importante que esté preparado para las rotaciones y asociaciones de cultivos, porque, dentro o fuera del invernadero, un agricultor ecológico trabaja para enriquecer su medio y evitar la erosión del mismo.
Si vas a implantar un invernadero estate muy atento también a las dimensiones y orientación: debe aprovechar sus ventajas naturales y evitar debilidades como el exceso de zonas de sombra y húmedas, que favorecen, entre otras cosas, la proliferación de hongos.
También es importante que tu invernadero cuente con una barrera vegetal en sus aledaños. Al igual que en los cultivos al aire libre, la ecología promueve este tipo de plantaciones de especies concretas como el romero o la planta de tabaco que tienen un gran poder para atraer a los insectos y los mantendrán alejados del cultivo en cuestión.
No te olvides de que el invernadero es una barrera física, así que, antes de llenarlo de plantas también debes tomar precauciones como dotarlo con mosquiteras, mallas de protección e incluso puertas dobles.
Por último, recuerda que aunque rotes culivos, el suelo de tu invernadero necesitará aportes, así que ten a mano fuentes de obtención de abonos ecológicos que te permitan completar el proceso sin romper las normas de los cultivos orgánicos y cuida también el sistema de riego para que sea eficiente y permita un uso sostenible de este recurso.