Las astilladoras: tipos y funcionamiento

Las astilladoras de leña no son más que aparatos con funcionamiento a motor de gasolina o eléctrico y que como su nombre indica sirven para desmenuzar grandes bloques de madera para reducirlos, su uso es forestal principalmente y se trata de obtener manejabilidad de las piezas más grandes. Estas máquinas aprovechan las fisuras que tienen de forma natural los bloques de madera u otras secciones de árbol como ramas y raíces, para triturarlas de forma rápida con un sistema de cuchillas.

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Hay dos tipos de astilladoras, las de cuña y las de tornillo sin fin:

Las astilladoras de cuña basan su funcionamiento en una pieza de acero de altísima resistencia con forma de cuña que presiona en un extremo de la pieza de madera sobre un cilindro hidráulico, tienen un eje a lo largo, normalmente situado de forma horizontal, sobre el que se coloca la pieza, sujetándola de forma fija en  uno de los lados para que quede el otro lado móvil. El lado móvil se acciona a través de el cilindro hidráulico. Siendo estas bastante comunes, también existen con el mismo sistema las que tienen el eje vertical, teniendo en cuenta que las horizontales suelen tener más potencia. Las cuñas a pesar de ser de un acero muy duro son intercambiables y esto es tanto por el posible desgaste o simplemente para intercambiar cuñas según la adecuación para su uso.

Las de tornillo son menos utilizadas por su peligrosidad, ya que su sistema consta principalmente de un tornillo que penetra a presión en el trozo de madera que debe de quedar fírmemente fijada y la hace estallar lanzando en ocasiones astillas a gran velocidad. Utilizan menos potencia y son bastante simples mecánicamente, pero como decimos, por la peligrosidad que conlleva utilizarlas, se ven en menos ocasiones. Son astilladoras menos precisas ya que pueden quedar trozos mal astillados y se usan para maderos grandes pero de poca longitud.

Tanto un tipo de astilladora como otra necesitan de un depósito de aceite de al menos 25 litros ya que emplean entre 5 y 30 toneladas de fuerza, siendo lo óptimo entre 10 y 12. El inconveniente de este tipo de máquinas es su peso y volumen, pero si nos va a ser muy necesario esta reducción o dispersión de masa maderera son aparatos indispensables especialmente para uso industrial.

 

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