Podar la viña es una de esas tareas trascendentes que influyen directamente en el resultado de la futura cosecha, ya que con este proceso controlamos la producción buscando mayor calidad y, por otro lado, limitando el crecimiento estaremos prolongándole la vida.
Podar la Viña
¿Cuándo meter la tijera? La regla básica es no empezar nunca antes de la caída de la hoja ni más tarde de los primeros brotes. Si la poda se realiza demasiado temprano puede resultar perjudicial ya que las cepas brotarán antes y las posibles heladas de primavera pueden dañar los primeros brotes. Si se hace tarde, cuando la planta ya ha empezado a tener pugas, corremos el riesgo de debilitarla. Aunque en cada zona las condiciones climáticas y geográficas son distintas e influyen de diferente modo, se puede decir que los meses de enero y febrero son los más recomendables para una plantación pequeña o de tamaño medio que no requiera de muchas jornadas de trabajo, puesto que en las grandes plantaciones necesitan de más tiempo y, a veces, no son suficientes 2 meses. Es importante también podar la viña con tiempo seco y sin previsión de lluvias.
Ojo a las enfermedades. Cada vez las enfermedades condicionan más la época de poda y la manera de actuar. Podar es cortar y por estas incisiones que realizamos en la vid se pueden colar enfermedades. El uso de un fungicida puede ser una buena opción, sobre todo en cortes grandes. Otro aspecto que cada vez se cuida más es el del posible contagio entre plantas por el uso de tijeras que no han sido desinfectadas, por lo que es recomendable desinfectar las herramientas de poda en cada cambio de planta con agua oxigenada, alcohol de quemar o incluso con lejía, sobre todo si ésta tiene síntomas de estar enferma. Otra alternativa sería dejar para el final las plantas enfermas.
Para estar al día en cuanto a enfermedades de la vid y sus tratamientos es aconsejable visitar con frecuencia páginas como la de ‘Avisos Fitosanitarios‘ de la Estación Fitosanitaria Areeiro en Pontevedra que se actualizan con datos muy fiables con frecuencia.
¿Cómo y con qué podar? Las herramientas juegan también un papel importante en esta tarea. Tijeras de mano, tijeras de dos manos y un serrucho deberían bastar, pero, ¡ojo! deben estar muy bien afiladas, pues una buena poda requiere realizar cortes limpios para que el agua se escurra y la herida permanezca seca el mayor tiempo posible. Además, es importante no hacer cortes en horizontal, sobre todo si lo que se está podando es una parra. Y aunque en cuanto a cómo podar la viña cada maestrillo tiene su librillo, como norma general es preferible dejar un poco largas las vides que practicar cortes drásticos. Finalizada la tarea, es muy recomendable recoger cuanto antes los restos de poda, así como retirar plantas muertas incluyendo las raíces, con el fin de evitar que posibles enfermedades y hongos se incorporen al terreno favorenciendo su dispersión.
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