El final del invierno, es una fecha señalada para aquellos que nos gusta la jardinería. Con la poda, conseguimos muchos beneficios, una mejor formación de la planta, mejora de la calidad del fruto y en el caso de los rosales, para muchos, la flor más bonita del jardín
York and Lancaster via wikipedia
Dependiendo del tiempo que tengamos, normalmente la época correcta para la poda de los rosales es el mes de Marzo, si adelantamos la poda, puede que suframos alguna helada en febrero que dañe la zona recién podada, pero si nos retrasamos demasiado, puede que la floración se resienta si empieza el calor del verano a apretar.
Con que herramientas podo el rosal
No son necesarias muchas herramientas para realizar una buena poda, eso sí, las pocas que son, son necesarias. En primer lugar, necesitaremos unos guantes con los que no nos lastimemos y en algunos casos, tendremos que evitar si hay mucho matorral que nos arañemos los brazos por lo que será necesaria ropa de manga larga.
Las tijeras para podar, hay varios tipos. Cabe destacar las que tienen doble filo, cortarán bien las pequeñas ramas y en lugares de difícil acceso, son fáciles de manipular. En algunos casos, será necesario emplear un serrucho para poda, son unos serruchos curvos para cortar ramas gruesas y resistentes.
Ahora, un pequeño truco, es probable, que por mucho cuidado que tengamos, el rosal sufra alguna herida cuando lo podamos. Para evitar que esa herida se convierta en una zona de entrada de enfermedades, cubriremos la zona con cera (podemos derretir una vela)
¿Cómo Podar?
Como ya hemos tratado en otros artículos como en el que hablábamos de las reglas básicas de poda no vamos a hablar demasiado aquí, solo a hacer unas pequeñas anotaciones.
Siempre debemos cortar las ramas con una inclinación de 45º aproximadamente, o sea, en diagonal no horizontal. Esto permite que el agua se escurra en vez de acumularse en la herida.
Consejos para podar
- Eliminar los brotes que están creciendo bajo la zona del injerto.
- Si hay varias ramas que se rozan, debemos dejar la más sana y que tenga la forma que le queramos dar al rosal.
- Sacar las ramas débiles, enfermas o muertas.