Algunos consejos para hacer injertos de cuña

Vuelve a  ser tiempo de poda y en Soutelana Ferretería estamos al tanto de las preocupaciones de nuestros clientes. Además, la proximidad de la primavera hace que en esta etapa se puedan preparar los injertos.

Aunque puede ser un engorro, esta forma de cruzar especies más resistentes con otras que dan unos frutos más apropiados para nuestros objetivos sigue siendo la más eficaz en la mayor parte de los casos.

Si has pensado en iniciarte en esta práctica, aquí te dejamos unos consejos para tus primeros injertos.

Algunos consejos para hacer injertos de cuña

Experto o principiante, la tijera Orework (Ver ficha) te facilitará mucho la tarea. está diseñada para cortar la sección de la rama elegida con forma de ‘V’ y facilitar el encaje de la nueva especie. Con este invento es difícil fallar, puesto que no requiere esfuerzo y no deja margen de error para dañar la planta, dado que permite crear una hendidura simétrica. Al usar un molde estándar para el corte podrás encajar de un modo más perfecto ambas partes, de modo que la superficie de contacto de los filamentos de ambas plantas será mayor. Después, hay que aplicar un poco de liquido cicatrizante para evitar la entrada de hongos, y la misión tendrá muchas posibilidades de cumplirse a la primera.

Injerto de hendidura

Injerto de hendidura. Foto Wikipedia

Un tipo de injerto de gran calidad, tanto para frutales como en muchos casos para la vid y la jardinería, es precisamente, el injerto de cuña, o de púas.

Para entendernos rápidamente, el tronco sobre el que implantaremos la nueva especie se llama patrón y la rama o injerto se llama púa. Esta última se selecciona entre las terminaciones de las ramas del ejemplar cuyas características queremos copiar y se corta antes de que empiecen a brotar las hojas.

La púa debe tener una o varias yemas y una longitud de unos 10 centímetros. Con respecto al grosor, no hay recomendaciones fijas, sino que dependerá de la especie, pero este no debe ser excesivo. En torno a 1,5 centímetros es una buena medida.

Un requisito para el éxito del injerto es que el patrón o pie tenga una edad superior a los dos años, de modo que pueda ser efectivo el proceso de aceleración de la maduración de la planta y que esté preparado para sostener un árbol o arbusto que ramificará en breve plazo.

Injerto en cuatro pasos.

Injerto en cuatro pasos. Fotos equipo Soutelana

Algo que, sin duda sabéis de sobra es que, para que el injerto sea viable, ambas partes deben ser compatibles. Eso se conseguirá con variedades de la misma especie o con especies similares. Por ejemplo, un manzano convencional en el que se injertan púas de la variedad ‘royal gala’.

Otra idea que debéis tener presente es que, sea del tipo que sea, el injerto saldrá adelante si conseguimos que la membrana que hay bajo las cortezas de ambas partes quede en estrecho contacto, una vez hecho el implante. Esa parte, denominada ‘cambium’, es la zona por donde el árbol produce células y genera crecimiento. Si no se logra la unión, es imposible que prospere la reproducción. De este modo, para evitar los daños en esta zona tan sensible es muy importante cuidar la parte ‘quirúrgica’ de la operación.

Por ejemplo, si se quiere garantiza el éxito, se pueden hacer pruebas antes de cortar con otras púas o otro patrón, para evitar que falle el pulso.

Otra recomendación muy repetida se refiere a la limpieza del material. Se puede usar una tijera de experto como esta o una navaja de injertos como esta, pero se elija lo que se elija, es necesario esterilízarlo con alcohol antes de cada operación. Así se evitará transmitir gérmenes o hongos a ninguna de las dos partes y poner en peligro la misión.

Cuchillo de injertar Altuna.

Cuchillo de injertar Altuna. Foto equipo Soutelana

Tijera de injertar Orework

Tijera de injertar Orework. Foto equipo Soutelana

Resina para injertos Arbokol

Resina para injertos Arbokol

Una vez que está preparado el patrón y cortada la púa, hay que actuar cuánto antes. Es importante para evitar que se resequen ambas partes.

Es necesario cortar en el receptor y en la púa y unir con delicadeza.

Cuando se ha completado este proceso se puede aplicar un sellador o líquido cicatrizante para ayudar a la planta. También es recomendable que se ‘vende’, bien con gomas especiales, bien con algún tipo de cinta plástica como la usada por los fontaneros o electricistas.

Los meses posteriores al injerto se deberá prestar especial atención a la planta o árbol convaleciente. Conviene estarse atentos a las señales y también a los cambios del tiempo que pueden influir en su estado. Por ejemplo, si está plantado en una zona en donde hay heladas o nieva, es probable que sea útil buscar una forma de ‘cubrir’ el árbol, con un pequeño ‘invernadero’ casero, que se puede realizar con plástico y maderas y se adapte a la altura del árbol. En zonas de sol, el mismo sistema puede servir para que la zona injertada no se queme, aunque también hay líquidos que se pueden aplicar para lograrlo.

Injerto de manzano

Injerto de manzano. Foto Wikipedia

Al árbol recién injertado no le debe faltar agua, pues es muy importante que produzca savia y alimente a su nueva extensión. Eso sí, cuidado con la generosidad en exceso, pues a muchas especies les puede generar putrefacción.

Por último, el ‘vendaje’ se debe retirar definitivamente cuando empiece a crecer el injerto, para evitar que lo dañe o estrangule.

Si el patrón tenía otras ramas también será el momento de ir retirándolas para que pueda alimentar mejor a la que nos interesa. Esto se puede hacer paulatinamente, para no dañar el árbol, aunque lo recomendable es que no se dejen crecer ramas ni brotes por debajo del implante desde el mismo momento de su realización.

 

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